Pasea por la Alameda y disfruta de una de las vistas más impresionantes de la ciudad, seguro que te sorprenderá.

Visita la Plaza de Toros y date una vuelta por su museo. Historia y arte, todo en uno!

Recorre la calle Espinel (la Bola, para los amigos) y date el capricho con un helado.

Tómate un café en la Plaza del Socorro, un clásico para disfrutar del ambiente rondeño.

Callejea por la parte antigua, porque perderte por sus rincones es parte del plan.

Pásate por la Plaza del Ayuntamiento y aprovecha para hacer alguna foto bonita.

Visita el Barrio de San Francisco: pasea junto a la Muralla Árabe, descubre sus puertas históricas y siente el pasado en cada piedra. Es un rincón tranquilo y lleno de encanto.

Si tienes tiempo y espíritu viajero, explora la Ruta de los Pueblos Blancos. Setenil de las Bodegas está a tiro de piedra y es un espectáculo.

Para los más aventureros: las Cuevas del Gato son un planazo si quieres naturaleza y agua cristalina.